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Viajar ha sido siempre algo muy natural y sencillo ya instalado en mí. 

 Viajar me gusta con todos sus retos porque vaya que los hay.   

Lo primero que hago es planear el viaje: fecha y destino. Lo segundo es pensar con quién. Quién te acompaña en el camino enriquece tu experiencia y a la vez, te compromete a recibir lo que tú ofreces cuando te brindas de corazón.

Tercero, mirar la cuenta regresiva, es decir, revisar todos los detalles que tienen que cumplirse de la fecha planeada hacia atrás, hacia el hoy que me permite planear.   

Revisar presupuesto, buscar los canales que te llevan a lograr cada momento del viaje.

No importa a dónde quieras ir, lo importante es que quieres vivir, aprender y fluir con lo que va llegando. Dejarte sorprender por los cambios, los ajustes que requieras hacer para vivir en presente, en conciencia cada proceso.

El viaje inicia en tu mente cuando lo sueñas y sabes a dónde, cuándo, con quién y para qué.

Entre los desafíos del viaje Madrugar para llegar muy temprano a aeropuertos para tomar vuelos, estar tres horas antes de tu horario asignado y muchas veces salir de casa de madrugada sin alimento y corriendo.

Vuelos que se retrasan y cansancio en las salas de espera, pero cuánta riqueza hay en mirar a tantas personas que van al mismo lugar que tú, ¿tendrás algo en común con alguien por ahí?

Conocer gente en los viajes ha sido un regalo enorme. Amistades del mundo que me abren el horizonte a distintas culturas y cariños…

Hacer la maleta siempre ha sido para mí un ritual importante. Trato de no llevar de más, ni de menos. Siempre prefiero llevar menos ropa y repetir. Estoy convencida que el mejor look es «tu sonrisa» y buena actitud, eso siempre es bienvenido en todos lados. De cualquier manera suelo abrir mi maleta una semana antes de la fecha de salida y empezar a poner lo que creo que voy a llevar. El clima determina el guardaría y las actividades y planes resuelven lo demás.

Soy diseñadora de modas y hoy mi carrera me ha permitido armar combinaciones básicas y ser práctica, jugar con colores y adquirir mi propio estilo definido.

Me he decantado por llevar casi siempre la moda autóctona mexicana. La belleza de las blusas con bordados originales hacen lucir espléndida a cualquiera. Me gustan mucho los colores vibrantes y me permito llevar estampados grandes con collares de cuentas en contraste.

Una buena maleta bien presentada y cómoda de transportar es importante para disfrutar mejor el paseo. La maleta es tu aliada y empacar todo es una técnica de acomodo de las prendas. Será tema de otras líneas.

He aprendido a empacar un neceser completo con frascos en miniatura y tal cual llegó de algún lugar, ese mismo día lo relleno para tenerlo listo rumbo al siguiente destino.  

Lo mejor al viajar es la compañía. ¿Viajas contigo mismo? ¿En pareja? O ¿acaso en familia o amigos?

¿Cómo vas a regresar con lo que experimentas compartiendo con tu gente? ¿Qué haces con tus aprendizajes?

Te invito a viajar a tu corazón y escuchar que te dice, a qué destino te quiere llevar y te preguntes porque no has ido? ¿Qué te hace falta para dar el paso a tu siguiente destino?

Me encantaría saber de ti y cómo podría apoyarte en la planeación de una nueva aventura.

Sí, le digo a la vida, sí para la siguiente salida y es cómo si atrajera los paseos, gracias vida por los hermosos caminos que he recorrido.

Ahora vuelo de tarde y las nubes aquí a lado me gustan, me recuerdan está altura, hasta donde podemos llegar…