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Llegó el día anhelado: subir a la montaña!!! Ese pico alto que se ve desde mi ventana en Ram Yoga House y hoy salimos tempranito al trekking. Doce mexicanos y un equipo local nos acompañaron. Me ilusionaba tanto subir! Ramya Taraka organizó el paseo!

Subía y subía la ruta de los 9 km hasta que mi cuerpo pidió parar. Hacer alto entre todos los descansos que hice y ver que detenía al grupo y aceptar que ya no podía más. Parece que no me faltaba tanto. 1 km ó 2 km cuesta arriba en la montaña es una barbaridad, y más cuando no eres experta o tan joven como mis compañeros.

Quería subir a la cima y lo logré! Llegué a MI CIMA y me sentí muy feliz. Despegarme del grupo después de que mi querida Decislava Dudeva fue acompañándome y animando con sus cantos todo el camino hasta que decidí parar. Quería subir más pero reconocí el gran esfuerzo de mis generosas piernas que me llevaron segura hasta muy alto. Me entusiasmaba que mi grupo subiera y espero más tarde oír sus historias y ver sus rostros y compartir sus fotos!

Al regresar paso a paso a mi ritmo, lentamente, con toda la calma, me detuve varias veces a saludar grupos que subían llenos de vida por llegar a la cumbre. Platiqué con mucha gente y en el puesto de té conocí otro grupo que subía para dormir en esa cima, que ilusión me hizo!

El regalo más grande es que Dios siempre me dio la fuerza, el ánimo y me acompañó, pues tuve muchas horas para estar solita en oración, reflexión en un paisaje de sueño. Un paso a la vez y luego otro más.      No hay manera de perderse pues hasta donde yo llegué solo un único sendero sube por el mismo que bajas.

Un momento conmigo misma fue una delicia, entender mi ritmo, mis pausas, mi paz, mi cansancio mis sentimientos.

Respirar ese aire frío, mirar a las águilas de cerquita, escuchar animales que no vi y me hicieron compañía, me gustó mucho, me confortó el alma.

Bendito celular que me permitió reportar al grupo mis avances y fotos en algunos puntos para que supieran de mí porque seguramente en la cima con nieve estarían pensando en mi,☺️ y la compañía de Felipe Prado Díaz con algunas llamadas!

No sé si la bajada me costó más que la subida pero ya estoy de regreso descansando tras un buen masaje relajante de piernas.

Me encantaría saber ¿Cuál es tu cima? Cada cuando la subes? ¿Te inspira?

Saluditos!